Podología

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Podología

La podología es una rama de la medicina que se encarga del diagnóstico y tratamiento médico, físico, mecánico y en ocasiones quirúrgico, para tratar las enfermedades, lesiones y defectos de los pies.

Los distintos tratamientos de los pies
Existen diferentes tipos de tratamientos para los pies; la rutinaria, la biomecánica, el tratamiento de papilomas y el tratamiento de úlceras entre otros.

Tratamiento podológico de rutina

Conocido técnicamente como quiropódia, la podología de rutina consiste en cuidar los pies, cortando y arreglando las uñas y darles forma. Las cutículas se tratan y se reducen. Se eliminan las durezas y los callos (causados por la fricción y la presión) y se tratan los talones agrietados.

Pie de atleta

Se trata de una enfermedad de la piel caudada por un hongo que en ocasiones se puede encontrar en el interior del zapato. La causa principal del pie de atleta es la disminución de la resistencia de la piel, por ello es bueno que la piel sea lavada todos los días y cerciorarse de mantener los pies secos. Se recomienda en ocasiones usar polvos fungicidas suaves en los pies y en los zapatos.

Evaluación biomecánica

La evaluación biomecánica sirve para poder tratar dolores en las piernas, pies o caderas. El podólogo evaluará biomecánicamente las extremidades inferiores del cuerpo y recomendará un tratamiento adecuado para curar los dolores y las molestias.
El tratamiento principal es la realización de plantillas ortopédicas a medida. No es recomendable utilizar plantillas genéricas ya que las plantillas realizadas a medida de nuestro pie sirven para equilibrar y distribuir la carga que deben de soportar nuestros pies. Las plantillas ayudan a prevenir lesiones y mejorar aquellas molestias que se pueden tener.
Normalmente aquel paciente que tiene un pie plano, pie cavo, espolones, lesiones en la planta del pie o pie diabético suelen necesitar plantillas ortopédicas para corregir o aliviar aquellas lesiones y dolores. Para que las plantillas funcionen correctamente es importante utilizar un buen calzado.

Tratamiento de Papilomas

El papiloma es una verruga común causada por una infección viral de la piel que ocurre como resultado del contacto con el virus. El papiloma presenta una apariencia de piel gruesa de color amarillenta o marrón y pueden aparecer de manera solitaria o agruparse e áreas más o menos grandes. Se puede infectar en duchas o piscinas y tienen un periodo de incubación de 6 hasta 18 meses. Para evitar los papilomas es importante no andar descalzo. La humedad y el sudor en los pies predisponen a la infección de papilomas.
Existe gran variedad de formas de tratar el papiloma. El tratamiento más utilizado por el podólogo consiste en la quemadura de la verruga con ácidos tópicos. La principal ventaja de este tratamiento es que resulta indoloro para el paciente. Sin embargo son necesarias visitas frecuentes hasta que se consigue eliminar la lesión.
Otro tipo de eliminación se realiza a través de congelación con nitrógeno líquido. Este tipo de tratamiento es más doloroso para el paciente y requiere de visitas cada semana o 15 días. En ocasiones hay que recurrir a cirugía para extirpar directamente la lesión bajo anestesia local, aunque en algunas ocasiones ninguna de las tres formas hace que se pueda eliminar definitivamente.

Úlceras

Las úlceras en los pies pueden ser un agujero muy profundo, llegando a capas muy profundas de la piel. Dichas úlceras pueden ser un cráter que puede afectar a tendones, huesos
Para diagnosticar una úlcera el podólogo examinará el pie. Para poder valorar la úlcera, es importante determinar como es de profunda, si hay indicios de infección o si el paciente tiene diabetes o problemas circulatorios. El podólogo puede pedirle al paciente que camine para ver el alcance de la lesión, pero también podría pedir otras pruebas para ver el alcance de la úlcera, como por ejemplo:

  • Un análisis de sangre
  • Un cultivo bacterianos
  • Rayos x
  • Resonancia magnética
  • Tomografía
  • Gammagrafia ósea

La duración de una úlcera depende de la profundidad de la úlcera, si hay suficiente circulación de sangre y si la úlcera está infectada. En condiciones médicas favorables puede durar de 3 a 6 semanas. Si las condiciones son desfavorables puede tardar de 12 hasta 20 semanas.
Si no existe problema circulatorio o diabético se realiza un recorte del tejido enfermo y se aplica un apósito, se realizan revisiones y una vez curado se recomienda el uso de un calzado que ejerza presión. Esto ayudará a prevenir la nueva aparición de úlceras. Las personas con problemas de circulación pueden necesitar cirugía vascular para corregir los problemas de flujo sanguíneo.

Las personas con diabetes o con mala circulación son muy propensas a la aparición de úlceras, que además suelen ser más severas y de larga duración (conocido como ‘pie diabético’). Dependiendo de la evolución puede requerir en el extremo más grave la amputación de los dedos, los pies o incluso las piernas. Para evitar un desastre de este calibre recomendamos seguir 10 pasos:
1. Control de la glucosa
2. Vigilar los pies si aparecen rozaduras, llagas, cortes etc.
3. Lavar los pies a diario con agua templada y jabón neutro, este baño no debe durar más de 10 minutos. Luego debe secarse bien.
4. No utilizar agentes irritantes como cuchillas, callicidas, alcohol, yodo, agua salada etc.
5. Evitar que los pies estén demasiado húmedos o demasiado secos. Hidratar los pies con crema.
6. No cortar uñas sino limarlas. Utilizar limas de cartón no metálicas.
7. Proteger los pies de calor y frío intenso.
8. Utilizar zapato adecuado y no utilizar calcetines o medias que nos aprieten.
9. Caminar a diario, con calzado y hacer ejercicios de piernas y rodillas.
10. Consultar al podólogo ante cualquier tipo de lesión.