Las muelas de juicio

Casi todos las tenemos, aunque no siempre aparecen. Tomaron su nombre de la idea de que, dado que aparecen tardíamente entre las 16 y 25 años, a esa edad las personas tienen más juicio que cuando son niños, edad en que aparece el resto de la dentición.

Diferentes poblaciones humanas difieren mucho en el porcentaje de población que desarrolla muelas del juicio. Entre la población de Tasmania, sólo un 0,2% desarrolla las muelas de juicio. Entre los indígenas mexicanos es casi el 100%. La diferencia se relaciona con el gen PAX9 y se sigue estudiando si influyen más genes aún desconocidos.

Existen cuatro muelas de juicio, también conocidas como las muelas cordales, una por cada cuadrante bucal. Se sitúan en la última posición de la línea de la dentadura, al fondo de la boca. Las muelas del juicio suelen afectar a otros dientes al desarrollarse, empujándolos o saliendo «torcidas». Cuando esto ocurre se suelen extraer.

Extracción de las muelas de juicio

La extracción de la muela juicio es una intervención que podría precisar cirugía dependiendo de cómo haya erupcionado la muela. Si la muela se encuentra completamente fuera la extracción en un 90% de los casos no requiere cirugía. Si la muela está a medio erupcionar tendremos que recurrir a una pequeña intervención  quirúrgica con anestesia local en la mayoría de los casos. En el caso de que la muela no haya erupcionado nada y se encuentra dentro del hueso, en ocasiones puntuales, es posible tener que realizar la extracción de manera hospitalaria y bajo anestesia general, aunque también se realizan de manera ambulatoria con anestesia local en la clínica dental.

Lo primero y principal antes de extraer una pieza es saber cómo y dónde está. Para ello el mejor diagnostico es una radiografía panorámica de toda la boca, para poder valorar si la muela se encuentra próxima a alguna rama nerviosa como puede ser el trigémino, todo ello para evitar lesiones a la hora de extraerla y posibles parestesias (adormecimiento y acorchamiento) que puede ser reversibles o irreversibles.

 

Postoperatorio: cuidados especiales
  • Después de una extracción hay que tener una serie de cuidados importantes para que el postoperatorio vaya correctamente, y evitar posibles complicaciones como hemorragias. Una vez realizada la extracción se recomienda:
  • No enjuagarse ni escupir en 24 horas para evitar hemorragias
  • No fumar, para evitar alveolitis (infección en el hueso y tremendamente doloroso)
  • No tomar alimentos calientes, sólo templados o fríos
  • No tomar aspirina para el dolor
  • No realizar ejercicio físico en 48 horas
  • Ponerse hielo 2 horas de forma intermitente en la zona de la cara, protegiéndolo con un paño para evitar quemar la cara con el mismo
  • A partir de cumplir 24 horas, comenzar a realizar enjuagues de agua con sal, durante una semana, al menos 5 veces al día
  • Cepillarse la zona intervenida con cepillo posquirúrgico, y si posee puntos acudir a la clínica a retirarlos en 10 días,
  • Dormir con la cabeza inclinada para evitar inflamación, aunque es inevitable que se inflame durante 3 días de manera ascendente para luego disminuir la inflamación en otros 3 días.

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